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De la Vainilla Incomprendida a 40 nuevos sabores, el helado se rebela

¡¡Hola amigos y amantes de helado de Yogurt!!

Hoy os traemos un artículo del periódico El Mundo sobre una empresa heladera de Zamora que durante años no han parado de innovar e intentar revolucionar los sabores de toda la vida. Desde la clásica Vainilla al imprescindible chocolate, dando nuevos aires sabores y texturas para el paladar.

Como muchos heladeros tradicionales han optado por incorporar el Helado de Yogurt o Frozen Yogurt a sus sabores tradicionales, ya que hoy día es de los helados más demandados por el público en general y necesario en cualquier heladería para no perder clientes por no tener este sabor dentro de nuestra oferta.

Desde ICESOFT, os invitamos a que visitéis la Web de BomGelatti y veáis su amplio catálogo de productos para máquinas de Helado Soft / Frozen Yogurt. Dentro del cual podréis encontrar hasta 5 sabores diferentes de Yogurt helado y infinidad de combinaciones para Helado Soft. También podéis encontrar todo lo necesario para vuestra mesa de topping, desde chocolates calientes para vuestro baño maría, Topping líquidos y topping sólidos como: Chocolate blanco, Oreo originales, almendra y cacahuete crocanti, Lacasitos, café, vainilla, Frutos del Bosque…. etc.

O si queréis tener un complemento perfecto para vuestra Heladería / Yogurtería podéis optar por incorporar nuestros deliciosos Smoothies o los refrescantes granizados, tan demandados en esta época del año.

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O si queréis podéis poneros en contacto con el departamento comercial de ICESOFT, que os informara y aclarara cualquier duda que os pueda surgir.

Aquí os dejamos el artículo:

De la Vainilla Incomprendida a 40 nuevos sabores, el helado se rebela

Vicente Bravo muestra un helado de su empresa La Valenciana en Zamora.
  • La ‘spin off’ del negocio familiar La Valenciana quiere revitalizar el mundo del helado adaptándose a las nuevas demandas del consumidor
  • Con 40 nuevas especialidades, el reto es buscar un producto más sano, con menos azúcares y menos grasa, sin perder el ‘tacto aterciopelado’
El alicantino Vicente Bravo Cerdá ha heredado la tradición heladera de sus antepasados. La historia arranca en 1933 de la mano de su bisabuelo. En 1960 dieron un gran salto, abrir en Zamora una heladería que todavía hoy se conserva en su emplazamiento original y que permanece en manos de la familia.
La Valenciana, nombre comercial de la empresa, le ha facilitado a este emprendedor convencido de la potencia que tiene la investigación en este campo, no partir de cero y lograr crear incluso un nuevo concepto de negocio «basado en la tradición, sí, pero con toda una serie de elementos que han permitido abrir nuevos horizontes y sustentar la innovación».

La Valenciana Shock es el nombre de esa idea que se convirtió en realidad en el año 2009 presentando en el mercado especialidades hasta entonces desconocidas. Realmente, explica, la nueva línea de trabajo iniciada en ese momento fue el resultado de la aplicación de su tesis de carrera, en la especialidad de marketing, en la que realizó un estudio «no sobre lo que había en ese momento, sino sobre lo que podía haber» dentro del negocio.
Fue necesaria una investigación de mercado para aplicarla después, recuerda, pero una vez iniciada no hubo margen para dar marcha atrás. El proceso de evolución de La Valenciana fraguó en la colección Irresistibles y en el sabor Vainilla Incomprendida, el primero en incorporarse a esta familia integrada ya por nueve especialidades.
«La colección Irresistibles es una metáfora social, a través de la cual planteamos convertir a una persona en un helado, identificar su personalidad con un sabor», explica el jefe del equipo creador de esta mezcla. El intento no salió a la primera, ni mucho menos, reconoce. «Se quería modernizar un helado que se estaba quedando atrás, llamar la atención y, al mismo tiempo, que pudiera funcionar en cualquier lugar».
Fueron necesarios varios intentos para comprobar que a esa Vainilla Incomprendida le hacían falta nueces de Macadamia, cookies de chocolate y yema tostada. «Era algo que no habíamos hecho nunca, así que hubo que conjugar texturas, atenuar el azúcar, reducir la grasa y, por supuesto, no perder el carácter aterciopelado de la vainilla». Muchos factores con los que jugar.
La experiencia gustó, dice, y al año siguiente pasó a engrosar la colección el Chocolate Introvertido. «Fue necesario un año de investigación», apunta para sacar al mercado este nuevo sabor «porque el chocolate es muy intenso, muy potente en la salida, pero luego cae enseguida y ahí se jugó con la incorporación de la avellana para darle profundidad». Tras él llegaron en años sucesivos la Fresa Enamorada, el Chocolate Extrovertido, el Limón Ilusionado, la Avellana Descarada, la Piruleta Consentida, la Nube Presumida y el Brownie Apasionado. El próximo año saldrán a la venta otras tres especialidades de esta colección.

Junto a los Irresistibles, en las cámaras de esta empresa heladera se encuentran los sabores Universales y los Esenciales, además de aquellos que se presenta sin azúcares añadidos. En total, 40 especialidades.
¿Cómo innovar en un sector tan tradicional como el de los helados? Es imprescindible hacerlo, dice Vicente Bravo. En primer lugar, porque a los miembros del equipo les permite tener «un aliciente personal y profesional cada día y eso es muy importante» hasta el punto de que cada tres meses se renueva parte de la oferta heladera. Segundo, porque se está en la búsqueda permanente de un helado más sano, con menos azúcares y menos grasa, que pueda ser consumido como un alimento que contribuya a nuestro bienestar pero sin perder «la cremosidad y el tacto aterciopelado» tan apreciados y con esa idea surgió la creación del yogur helado utilizando leche desnatada.
«Puede parecer un cambio muy ligero, pero costó un tiempo conseguir la aceptación del cliente», reconoce, «y también mantener las características que hacen al helado tan agradable a pesar de haber rebajado algunos parámetros sustanciales».
El ‘núcleo duro’ de La Valenciana y Valenciana Shock lo componen cinco personas, aunque el equipo llega a estar integrado por 33 en las épocas de trabajo más intenso. «Todos son importantes porque en el proceso continuo de innovación en el que estamos inmersos es fundamental escuchar al entorno y detectar las necesidades, ese es el origen de cualquier proceso creativo que se pone en marcha en La Valenciana y, por tanto, de cualquier proyecto de investigación».
El gusto por el chocolate, una tendencia mundial que ha duplicado el consumo, hace que en la heladería haya hasta siete especialidades diferentes basadas en este producto. Sin embargo, puede ser una preferencia pasajera. El futuro, según este heladero alicantino afincado en Zamora, pasa por el fortalecimiento de los helados sin azúcar.
De momento, busca mejorar la fórmula de la menta con chocolate e incrementar la potencia del café, dos proyectos en los que está trabajando el equipo que hace apenas unos meses se unió a la quesería artesanal La Setera para sacar al mercado tarrinas de queso de cabra con turrón. «Eso sí que es innovación», dice con una sonrisa satisfecha.
FUENTE: www.elmundo.es

Esperamos que os haya gustado el artículo de hoy y que sigais visitando la web de ICESOFT para seguir informados de todas las novedades del mundo del helado.

¡¡Hasta pronto!!

 

 

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